Además de la polémica superlicencia, también se puso sobre la mesa la posibilidad de cambiar el formato de puntuación por parte de los equipos oficiales. De tener que nominar a dos pilotos por cada rally, se pasaría a recoger los resultados de los dos mejor clasificados de cada equipo.



Esto ha propiciado distintas opiniones entre los directores de equipo, estando unos a favor como en el caso de Michel Nandan y otros en contra como es el caso del responsable de Volkswagen Motorsport, Jost Capito. Este sistema, el cual fue utilizado hasta 2004 se dejó de emplear para facilitar la llegada de jóvenes pilotos y eliminar la figura del piloto especialista en una superficie que no seguía todo el campeonato.

En el caso de Jost Capito, la vuelta a este sistema evitaría la aparición de jóvenes pilotos como Andreas Mikkelsen, confiando la tercera unidad a conductores mucho más experimentados, posiblemente incluso recuperando esa figura del piloto al que se le daba mejor cierta superficie. En cuanto al monegasco de Hyundai, esta normativa hará que todos los fabricantes se vean obligados a poner en liza tres coches, algo muy positivo según Nandan ya que el WRC necesita más unidades disponibles. Uno de los grandes perjudicados será M-Sport, obligado a buscar el presupuesto para un tercer World Rally Car si quiere jugar en igualdad de condiciones que los equipos de fábrica.