El pentacampeón francés sólo seguirá en el Mundial con su actual formación, M-Sport Ford. En Australia ha desechado la posibilidad de volver a Citroën.



Una de las incógnitas más grandes que hay en estos momentos en el parque de asistencia del Mundial es el futuro de Sébastien Ogier. Ganó su quinto Mundial de Rallies en Gales, hace unas semanas, triunfando así con M-Sport por primera vez, y con el título en el bolsillo, ya se ha podido centrar en su decisión de marcharse o no de la estructura de Malcolm Wilson. “La nueva temporada se acerca rápidamente y creo que anunciaremos algo en la final en Australia”, dijo el piloto en la prueba británica, y este fin de semana podría llegar el momento en que se conozca definitivamente la elección del galo.

“Estoy un 99 por ciento seguro de lo que voy a hacer el próximo año”, aseguró el pentacampeón francés. “A día de hoy, o me quedo en M-Sport o me retiro. Ahora ya sé a dónde iré el próximo año y lo anunciaré pronto. En cuanto a Ford, no puedo decir más que en Gales, pero sé que hay tendrán una evolución de motor para el Fiesta en México”, explicó.

La otra opción, tras negociar también con Hyundai y Toyota, era la marca con la que llegó al Mundial. Pero ha sido contundente: “No correré con Citroën por una variedad de razones de las que no quiero hablar hoy. Pero si hubiera querido probar el C3, creo que podría haberlo hecho”, afirmó en Coffs Harbour, sede del Rally de Australia. Si hubiera aceptado volver con el equipo francés, habría vuelto a ser compañero de Sebastien Loeb, que va a correr algunas carreras el año próximo con el C3 WRC.