El Autódromo Hermanos Rodríguez está listo para recibir el Gran Premio de México el próximo 1 de noviembre en lo que será el regreso de la máxima categoría después de 23 años de ausencia.



(MOTORSPORT) Las obras de remodelación se encuentran en un 95% terminadas y durante los próximos días, grupo CIE y Formula One Managment realizarán sus montajes necesarios para tener todo listo para el inicio de actividades del próximo 30 de octubre.

Emmerson Fittipaldi, tricampeón de la Fórmula Uno y embajador de la carrera, señaló que México necesitaba estar de nueva cuenta en el calendario de la máxima categoría.

"Con las carreras de oriente, es difícil conseguir una fecha para América Latina. Tener un Gran Premio en México es importante para este lado del continente", expresó el tricampeón del mundo, quien es uno de los embajadores de la competencia.

El listón inaugural fue cortado por el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y estuvo acompañado por Héctor Rebaque, así como por Jo Ramírez, quien se convirtió en el último embajador de esta prueba.

Una oportunidad para Pérez
El piloto mexicano Sergio Pérez fue el primer competidor en dar un giro sobre el asfalto final del Autódromo Hermanos Rodríguez.

A bordo de un BRM que manejó el fallecido Pedro Rodríguez, el integrante de Force India completó el primer giro.

"Es un sueño para mi poder correr en mi país. Sin duda va a ser el día más importante de mi vida sin importar el resultado que obtengamos", dijo Pérez, quien nunca ha corrido en este circuito pero que reconoció será complicado el Gran Premio de México.

"Si bien la larga recta será benéfica para el motor Mercedes, es una realidad que será complicado pelear por el podio". 

Durante la ceremonia, Pérez estuvo acompañado por el expiloto mexicano Héctor Rebaque quien destacó: "tenemos nostalgia por el viejo autódromo, pero los tiempos cambian, la seguridad cambia, y esta pista será muy divertida y permitirá escribir nuevas historias".