El piloto brasileño de Williams Rubens Barrichello ha asegurado que ha incrementado su preocupación por la seguridad en el Gran Premio de Mónaco, en el que los pilotos podrían utilizar el alerón trasero móvil, unas medidas destinadas a que se produzcan un mayor número de adelantamientos.

(EUROPA PRESS) "Creo que es una mala medida", aseguró Barrichello, que ostenta el cargo de presidente de la Asociación de Pilotos de Grandes Premios, en unas declaraciones a la web autosport.com. "Me gustaría que la gente de arriba se subiera al coche e intentaran hacer el túnel de Mónaco con el DRS (Drag Reduction System o alerón trasero móvil) abierto", añadió Barrichello.



"En mi opinión, están esperando a que pase algo malo. Y cuando esto ocurra dirán: 'Oh, el año que viene no vendremos a Mónaco'", comentó el piloto de 39 años de edad. "Los pilotos no estamos siendo escuchados en estos momentos, lo que creo que es una mala decisión", comentó 'Rubinho'.

El circuito de Mónaco es conocido tanto por su 'glamour' como por su dificultad para los adelantamientos, ya que los monoplazas circulan muy cerca de los muros de seguridad. Uno de los tramos más complicados es la sección del túnel, con un rápido cambio entre luz y oscuridad que dificulta aún más la conducción.

Algunos equipos han declarado que se prohíba el DRS para el Gran Premio de Mónaco, pero otros se oponen debido al elevado coste de realizar un alerón trasero fijo sólo para Mónaco.

"Puede haber un gran número de coches de seguridad en toda la carrera", afirmó Barrichello. "Todavía están a tiempo de escucharnos: Mónaco es lo que es. No es un territorio para adelantamientos", afirmó el brasileño.

"¿Creen que pueden promover el adelantamiento con el DRS? Seguramente, pero también pueden dañar a alguien. Es la voz de la experiencia", comentó Barrichello, el único en la parrilla con más de 300 carreras a sus espaldas, que disputará su decimoctavo Gran Premio de Mónaco desde su debut con Jordan en 1993.