Se consagró bicampeón de la categoría V6 aún antes de largar la última final en el autódromo de Alta Gracia, Córdoba.

(SITIO ANDINO) Con cuatro puntos era campeón. Y ayer comenzó a edificar su consagración. Porque si bien no dominó todo lo que se disputó cuando tuvo que acelerar dejó en claro que iba por todo. Marcó la pole y llegó al Súper Sprint con el objetivo de sumar lo que era necesario para gritar campeón, y lo logró con una contundencia, frialdad que realmente no dejó dudas. Y claro está, aprovechando que su principal rival, Emiliano Spataro, no había tenido un buen desempeño.


Picó en punta en la mini carrera a seis vueltas y hasta se dio el lujo de calentar neumáticos en el primer giro teniendo en cuenta la rápida diferencia que había sacado con relación a su más cercano perseguidor, Rafael Morgenstern. Fue de a poco manejando el desarrollo y cruzó la cuadriculada sabiendo que Spataro no entraba en la zona de puntos.

"Más allá de la felicidad que tengo por dentro, no voy a festejar, porque este campeonato se lo dedico a la memoria de mi amigo Guido y toda su familia. Esto es increíble para mí y a la vez muy fuerte. Tengo sensaciones mezcladas y no es sencillo describir lo que siento por dentro. Le pido disculpas al equipo y a todos los que quisieran estar celebrando esto pero no me sale hacerlo", explicó el flamante campeón sudamericano del Top Race V6.

Y agregó: "Nadie conoce mi historia, nadie sabe lo que tuve que pasar para poder estar viviendo este momento. Es una satisfacción muy grande para todos los que siempre me acompañan. Mis viejos, mis abuelos, mi hermana, y todo el equipo porque si no fuera por ellos no podría estar aquí".

Detrás de Agustín arribaron Rafael Morgenstern y Gustavo Tadei. Emiliano Spataro fue décimo mientras que el mendocino Ivo Perabó concluyó 14º. A las 13 será la gran final donde Canapino tendrá la posibilidad de cerrar su fin de semana perfecto en Alta Gracia.