La FIA autorizó que el Gran Premio tenga sede en Corea del Sur tras las demoras para completar el circuito.La noticia se confirmó en la tarde del martes, por lo que Corea del Sur albergará por primera vez en su historia,en la semana próxima, el antepenúltimo Gran Premio de la temporada.

La incertidumbre sobre la recta final del campeonato mundial de Fórmula Uno se despejó ayer, al confirmarse que Corea del Sur albergará la semana próxima el antepenúltimo Gran Premio de la temporada. Tras una inspección de dos días, la FIA dio su visto bueno definitivo al circuito de Yeongam, situado a unos 400 kilómetros al sur de Seúl. La delegación técnica de la FIA, encabezada por Charlie Whiting, se declaró satisfecho con el estado del circuito, después de que se colocara la semana pasada la última capa de asfalto.



“El estado es satisfactorio. Concederé la licencia”, fue citado Whiting, delegado técnico de la FIA, en un comunicado que puso fin a la incógnita de si el 24 de octubre podría celebrarse el Gran Premio de Corea del Sur. Corea del Sur, que lucha por ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno 2018, se evitó así una pérdida de imagen. Son buenas noticias para el español Fernando Alonso y el alemán Sebastian Vettel, ambos a 14 puntos del líder, el australiano Mark Webber. Cuantas más carreras haya, más posibilidades de recuperar terreno para ambos. Pero hay algo que es igual para todos: nadie conoce el circuito. “Vamos a ver qué auto se adapta allí a la pista mejor que otros”, dijo Vettel, que sólo trabó conocimiento con el recorrido por simulador.

El circuito, diseñado por el arquitecto alemán Hermann Tilke, tiene una longitud de 5,621 kilómetros. La recta no es precisamente del gusto de Vettel y Webber, pero ello se compensa con las rápidas curvas, que sí son del agrado de ambos pilotos de los Red Bull. Bernie Ecclestone, el hombre fuerte de la F1, fue un tanto escéptico durante algún tiempo. Retrasos en las obras y un accidente acapararon los titulares de prensa. La semana pasada, mientras en Japón rugían los motores, en Corea del Sur aún trabajaban las apisonadoras. “La única preocupación es el nuevo asfalto”, opinó el alemán Nico Rosberg. En 1985 tuvo que cambiarse el escenario de la carrera en el circuito belga de Spa- Francorchamps después de que una capa de asfalto flamante resultase dañada por los autos en el entrenamiento.