martes, 1 de septiembre de 2009

El día que Fangio le demostró su talento al mundo

Había llegado a Monza con las mejores expectativas, pero en la vuelta 20 rompió la dirección y tuvo que ver de boxes como se le escurría el campeonato. Sin embargo el noble gesto de otro candidato al título le permitió alcanzar de nuevo la gloria. Escribe Martin Rodriguez Luego de los contactos hechos con su nuevo manager Marcelo Giambertone, Fangio corre para Ferrari en 1956. A lo largo de la temporada experimentará diversos problemas, hasta que en el Gran Premio de Francia, amenaza con retirarse del Equipo. Para permanecer en él, obliga a que Enzo Ferrari asigne un mecánico que le atienda su máquina con exclusividad y todo mejora. En el Gran Premio de Italia, Peter Collins le cede su máquina, para que conquiste el cuarto Campeonato Mundial. Esta caballeresca actitud de Collins fue siempre recordaba con gran afecto por Fangio. En 1956 el Chueco corrió 17 pruebas, logró 6 victorias y 4 segundos puestos. Fue su despedida de Ferrari. Aquel 1º de setiembre de 1956, Monza realizaba el Gran Premio de Europa, última competencia del campeonato de F1. Juan Manuel Fangio llegaba puntero en un campeonato que había sido muy reñido desde el comienzo. Collins, en segundo lugar, aun tenía la esperanza de arrebatarle él titulo al campeón. En la clasificación, Fangio vuela y hace la Pole, seguido por Castellotti a ocho décimas de segundo. Para la carrera, Castellotti y Musso optan por cubiertas más blandas que el resto, intentando de esa manera llegar a la victoria en su país, estrategia que no le dará resultado. En la largada, pican en punta Castellotti y Musso, pero la escapada dura poco tiempo. En la quinta vuelta deben detenerse a cambiar cubiertas. En la punta queda Moss, seguido de muy cerca por Fangio, Schell, Collins, Behra en los lugares puntuables, lo que convertía a Fangio matemáticamente inalcanzable en el campeonato. En la vuelta 20, Fangio comienza a tener problemas en la dirección de su auto, y se ve obligado a detenerse en los box. Intentan detener a Musso que marchaba segundo para que le cediera el auto al chueco, pero este se niega ya que estaba haciendo una buena carrera en segundo lugar. El marqués De Portago estaba a cuatro vueltas de la punta y era inútil que le cediera la máquina. La otra Ferrari que quedaba en competencia era la de Collins. El compañero de Fangio venía en cuarto lugar, pero tenía posibilidades de ganar el campeonato y Ferrari no quería detenerlo. Fangio entonces se ve obligado a mirar la carrera desde el box, hasta que sorpresivamente con un gesto único recordado en el automovilismo mundial y demostrando la admiración y el respeto que sus pares sentían por Fangio. Cuando Collins se detiene para cambiar cubiertas, le ofrece el Lancia a Fangio: “Siga usted maestro, ya tendré tiempo de pelear otros campeonatos”. Se estrecharon en un fuerte abrazo, y Fangio retoma la carrera en tercer lugar, detrás de Musso y Moss. Musso debe abandonar pocas vueltas después y Fangio queda segundo. Pero todavía faltaban ingredientes para completar el plato. Moss, muy distanciado en la punta, se queda sin combustible lejos de los box, con lo cual tenia prácticamente la carrera perdida. Pero los débiles reglamentos de la época no contemplaban algunos puntos, y Piotti, con otra Maserati, empuja la Maserati de Moss hasta los Boxes y el equipo logra recargarle combustible antes de que el Chueco pase al primer lugar. Fangio quedo tan solo a cinco segundos de Moss, pero ya no tenía posibilidad de darle alcance (o puede sospecharse que tampoco estaba interesado en atacarlo) y de esta manera termina la carrera. Fue sin dudas, la carrera de su vida. La clasificación final: Moss (Maserati), Collins-Fangio (Ferrari), Flockhart (Connaught), Godia Sales (Maserati), Fairman (Connaught). El campeonato: Campeón Fangio 33, subcampeón Moss 28, 3º Collins 25, 4º Behra 22, 5º Flaherty 8 y 6º Castellotti 7,5. Fangio, a través de ese noble gesto de Collins y sin desmerecer su trabajo, consigue el cuarto campeonato del mundo de F1. Collins nunca pudo volver a estar tan cerca de un campeonato mundial de F1. Este caso confirma lo que muchos comentan, que el automovilismo es el deporte más cruel de todos. Enzo Ferrari siempre pensó que los pilotos ganaban por sus autos. En su país, Fangio le cambió el esquema. Collins, un piloto joven con destino trágico El piloto por el que se recuerda el noble gesto hacia el Chueco era Peter John Collins, (Kidderminster (Inglaterra) 1931/Bonn 1958). Collins debutó internacionalmente el 18 de mayo de 1952. Participó en 33 Grandes Premios. Ganó 3 carreras obtuvo 8 podios, y sumó un total de 47 puntos de campeonato. En 1956 mostró el gesto de caballerosidad más recordado en la F1, al ceder en su última carrera y con finas posibilidades de lograr su primer campeonato mundial, su Ferrari a Juan Manuel Fangio para que ganase el título. “Siga usted, maestro, yo tendré tiempo para ganar otros campeonatos”. Murió accidentalmente el 3 de agosto de 1958 durante el GP de Alemania. Tenía 27 años.

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