Dos veces ganador de las 500 Millas de Indianápolis, el piloto colombiano da su punto de vista sobre el arribo de Fernando Alonso en la mítica carrera.


(DIARIO MOTOR COMPETICIÓN) De entre todos los pilotos de la IndyCar Series presentes en el Media Day de las 500 Millas de Indianápolis, uno al que no podíamos dejar escapar era Juan Pablo Montoya. El colombiano ha ganado dos de las cuatro ediciones en las que ha competido, pero este año afronta la gran cita con un programa reducido al volante de un quinto coche del Team Penske, protagonista de un discreto fin de semana de clasificación. No en vano Montoya saldrá 18º.

Juan Pablo quiso restar importancia al hecho de ser un piloto que no sigue toda la IndyCar este año, asegurando que “no es muy grave, porque me adapté al coche muy fácil y es con el mismo equipo, gente muy parecida. Tengo un ingeniero nuevo, Raúl Prados, que es español. La verdad es que tenemos una muy buena relación y eso ayuda muchísimo porque vuelve las cosas mucho más fáciles”. Le preguntamos también por qué reglajes de base empleó para este regreso a Indianápolis, si los suyos de 2016 o los de sus compañeros tras realizar entrenamientos y explicó que “con lo mío del año anterior. El óvalo es algo muy personal. El secreto del óvalo es la comodidad de cada piloto. Qué tan cómodo está, cómo te sientes… Es todo una cuestión de sensaciones”.

Partiendo desde tan atrás, es obvio que al bogotano le tocará rodar en tráfico buena parte de la carrera. Por ello se le inquirió en particular por sus sensaciones durante los entrenamientos del lunes, con mucho tráfico en pista. Y aseguró que “pronto nos dimos cuenta de que nos faltaban algunas cosas en el coche, unos cambios que nos tocaba hacer, pero creo que estamos en un buen sitio para el momento en el que nos encontramos”. Además la amenaza de la lluvia está siempre presente, si bien explicó que lo que importa es el final de carrera y entonces “va a haber mucha goma. Lo importante es tener algo cómodo al principio de la carrera, que se pueda trabajar y ajustar. Es muy dificil cuando entras en una curva y se va de atrás, en mitad de la curva se va de frente y hace cosas diferentes porque, ¿qué arregla uno? Cuando uno tiene ese problema y eso es lo que me pasó el año pasado a mí, estuvimos tres semanas aquí trabajando y no lo pudimos arreglar nunca. Y cuando uno no tiene esa seguridad no hay nada que hacer”.

En un evento organizado por Shell, patrocinador del equipo, fue el propio Roger Penske quien para asombro de todos los presentes le preguntó a su piloto por Fernando Alonso. Y aunque éste quiso andarse por las ramas, terminó explicando que “Alonso ahora está tranquilo, hasta ahora todo va bien y se divierte. Pero cuando ves esto lleno el domingo la cosa cambia. En Indianápolis no ganan los que se piensan que esto es fácil y lo más normal del mundo”. Eso sí, quiso dejar claro que la presencia de Alonso es “genial para todo el automovilismo. El mundo entero se va a dar cuenta de lo grande que es Indianápolis. Espero que le vaya bien, pero no demasiado bien”.

Tratándose de un piloto que apenas tiene confirmado un programa reducido en 2017, a Juan Pablo también quisimos preguntarle por su futuro profesional y su nueva ocupación, acompañando en los inicios en karting de su hijo Sebastián, algo que afirmó que le “estresa más, claro. Las carreras de él le estresan a uno, las mías, bah, yo me monto, manejo y acabó el problema. Las de él es complicado porque yo trabajo mucho en los reglajes y en su chasis, así que cuando va mal es mi culpa”. ¿Y para él? Pese a recordar que su tío Diego fue noveno en Le Mans 1983, siempre explica que nos es fan de las tradiciones o de la historia de las carreras. Además fue bastante rotundo al hablar de la clásica gala: “Nunca he ido y nunca me han invitado, la verdad”. Pero esto no significa que su futuro no esté en la resistencia, pues admitió que está hablando sobre ello con Penske, a quien muchos medios atribuyen un nuevo programa DPi en IMSA de la mano de Honda.